En días recientes el colega Arturo Peraza, digno representante de la corriente jesuita, en su curiosidad por ahondar en todos los matices de polémicas y conflictos, ha sufrido implacables críticas extensivas a la Universidad Católica Andrés Bello. Debates en redes merecen trascender toda estéril ofensa. Máximo apoyo al Rector de la UCAB en su difícil situación de fungir como puente de concordia entre venezolanos. Máximo repudio a intolerantes de pensamiento único que pretenden imponer a la universidad líneas editoriales de un determinado tinte político. Perfiles institucionales lucen en peligro de extinción.